En Aceite A.Torremocha llevamos generación, tras generación durante los últimos cien años evolucionando las técnicas en nuestras plantaciones y perfeccionando la elaboración de nuestros zumos de aceituna lo cual ha hecho que decidiéramos que era hora de dar un paso más. Era el momento de desarrollar un producto más complejo, sofisticado y evolucionado con la base en nuestra esencia; el aceite de oliva virgen extra.

Al trabajar con la esencia de la cocina mediterránea y emblema de todo un país como es el Aceite de Oliva Virgen Extra decidimos, sin duda alguna, que solo podríamos mejorarlo si consiguiéramos fusionarlo con un producto que estuviera a su altura. Un producto que tuviera un valor añadido saludable y no un mero valor nutricional. Cómo el aceite de oliva sobre el cual existen muchísimos estudios que hablan de sus propiedades beneficiosas para la salud tanto por el porcentaje de ácido oleico como por su cantidad de antioxidantes.

Tras la decisión de invertir en I D I para sacar una nueva línea de productos coincidimos en el espacio tiempo con José Antonio Millán con el que teníamos una colaboración en otros proyectos de la marca. Él fue quien nos descubrió, oriento, y acompañó en el estudio de las posibilidades del Reishi.

Tras las primeras investigaciones sobre el hongo ya nos emocionó la idea de trabajar con él. Trabajar con productos en los que el ser humano lleva creyendo desde hace más de 4000 años, tiempo aproximado del comienzo del uso de nuestras dos materias primas, nos pareció que la fuerza de la esencia inmaterial del proyecto nos obligaba a estudiarla.

Es llamativo como grandes civilizaciones y cocinas del mundo tienen productos culinarios que son basé de la medicina tradicional o los remedios caseros de su zona de influencia. Como ejemplo estos dos productos, pero es mucho más fascinante que estos dos productos, emblema de dos culturas, cocinas y medicinas tan diferentes se entremezclen con una simbiosis tan perfecta encontrando un producto puente entre las dos culturas, las dos cocinas; las dos esencias.

Por lo que pueden ver, un producto como el Reishi, espero que ya por todos conocido, encaja perfectamente en nuestra identidad como empresa; poner a disposición del consumidor de hoy alimentos de calidad, saludables y con tradición milenaria.
En este proyecto se ha conseguido sacar lo mejor del huésped sin adulterar negativamente al anfitrión. Tras varios procesos de elaboración ya desechados hemos conseguido lograr y patentar una manera real de lograr esta simbiosis en la que porcentajes de los componentes más beneficiosos de la Ganoderma Lucidum como son los triterpenos y los polisacáridos entre otros se introducen en nuestra salsa de una manera totalmente natural.